top of page

¿Hígado graso? ¿Qué es eso?


Hígado Graso

¿Qué es el Hígado?

El hígado es un órgano vital que desempeña un papel fundamental en el cuerpo humano. Está situado bajo el diafragma y atraviesa la cavidad abdominal longitudinalmente.

¿Para qué sirve el hígado?

El hígado, es un filtro de toxinas y depósito de vitaminas, desempeña tres funciones vitales indispensables para nuestro organismo: la desintoxicación, la síntesis y el almacenamiento.

La desintoxicación

El hígado actúa como un auténtico filtro que recoge y elimina numerosas toxinas. Puede tratarse de toxinas presentes de forma natural en los desechos producidos por nuestro organismo, como el amoniaco, o de toxinas que ingerimos, como el alcohol.

La síntesis

Nuestro hígado se encarga del metabolismo de los carbohidratos, lípidos y proteínas, secretando la bilis, elemento esencial para nuestra digestión. Además, evita hemorragias a través de un proceso de coagulación.

El almacenamiento

El hígado es un contenedor de vitaminas (A, D, E, K) y glucógeno (hidratos de carbono). Se almacena energía en forma de azúcar, se pone a disposición de nuestra organización.

Qué es el hígado graso

Habitualmente, y con absoluta normalidad, nuestro hígado posee cantidades pequeñas de grasa, que supone concretamente alrededor de un 10% de su peso. Sin embargo, cuando esta acumulación grasa es excesiva y supera esta cantidad es cuando nos encontramos ante una esteatosis hepática.

Lo que ocurre, a grandes rasgos, es que en nuestro hígado se almacenan los ácidos grasos y los triglicéridos, que hacen que este órgano, vital para nuestro organismo, se enferme. “Se colapsa”, por así decirlo, de modo que ya no realiza sus funciones de metabolización y depuración de sustancias tóxicas con la misma eficacia que antes.

De hecho, la esteatosis hepática es considerada grave cuando causa hepatomegalia y hepatitis.Es decir, cuando ocasiona el agrandamiento y la inflamación del hígado.

Es más, en la mayoría de los casos nos encontramos ante una esteatosis hepática leve, lo que médicamente es denominada como esteatosis hepática grado 1 o 2, la cual no suele dar complicaciones ni avanzar a estadios más graves, ni causar síntomas. Es decir, la acumulación de grasa en el hígado es por lo general pequeña, no causando inflamación.

Debes saber también que cuando hay un exceso de grasa en el hígado, este sufre pequeñas heridas constantes que intenta reparar. Aparecen cicatrices, pequeñas lesiones permanentes que se conocen también como “cirrosis”. Es importante tenerlo en cuenta.

Aunque también es cierto que existen pacientes que no tienen síntomas, cuestión peligrosa hasta cierto punto dado que la enfermedad puede evolucionar de manera silenciosa a estadios más graves.

Síntomas del hígado graso

Los síntomas del hígado graso por regla general pueden ser:

  • Caída de cabello

  • Fatiga y debilidad

  • Grasa abdominal

  • Se pierde masa muscular

  • Ansiedad (especialmente por las tardes)

  • Acné

  • Retención de líquidos

  • Fibromialgia

  • Ácido úrico alto

  • Dolor de cabeza

  • La piel y ojos presentan un color amarillento (ictericia)

  • Nivel de triglicéridos y transaminasas altos

  • Verrugas en axilas y cuello

  • Se puede tener hígado graso durante años y pasar inadvertido, ya que no produce dolores.

Otro síntoma que hay que tener muy en cuenta es la hinchazón de nuestro cuerpo, de los pies, las piernas, el rostro… ¿La causa? Nuestro hígado ya no sintetiza adecuadamente las proteínas. Hay un déficit que se contrarresta con la acumulación de líquidos.

Causas del hígado graso

Cuando la causa no está relacionada con el consumo de bebidas alcohólicas, nos encontramos ante una esteatosis hepática no alcohólica:

Sobrepeso y obesidad

Pérdida de peso.

Consumo de alcohol.

Diabetes Mellitus.

Colesterol elevado.

Consumo de determinados medicamentos.

Por ello, aunque se trata de una enfermedad benigna en casi todos los casos, si no se cuenta con un tratamiento adecuado que ayude a eliminar la grasa en el hígado, la enfermedad puede provocar la aparición de cirrosis y/o cáncer de hígado.

No obstante, no tener síntomas asociados no significa que no se pueda estar sufriendo de hígado graso. De hecho, se estima que alrededor de un 30% de los pacientes con esta enfermedad no presentan prácticamente ningún síntoma.

De esta forma, al ser una afección asintomática, es común que el hígado graso se descubra de manera casual, por ejemplo tras la realización de una ecografía abdominal, o por una exploración del abdomen si el médico es capaz de palpar que el hígado ha aumentado de tamaño.

¿Qué hago si tengo hígado graso?

A pesar de que no existe un tratamiento definitivo para el hígado graso, las recomendaciones básicas que se dan al respecto pasan por una reducción de peso corporal y seguir una alimentación sana y saludable, rica en frutas y verduras.

La práctica de ejercicio es adecuada en todos los casos, dado que ayudamos a nuestro organismo a que elimine la grasa sobrante del cuerpo. Más aún, cuando optamos igualmente por el consumo de alimentos como la alcachofa, o bien cápsulas de cardo mariano, que ayudan al hígado a realizar sus funciones y, además, renuevan las células hepáticas.

Una buena opción es acudir a un nutricionista que nos indique una dieta adecuada para el hígado graso, y que controle el peso que vayamos perdiendo, puesto que una pérdida rápida de peso está asociada a un mayor daño al hígado. Eso sí, recuerda dejar el las bebidas alcohólicas.

Algunos consejos naturales que te ayudarán mucho

Opta por infusiones depurativas del hígado: Es el caso, por ejemplo, de infusiones elaboradas con alcachofa y diente de león. En este sentido, puedes elaborar una infusión combinada de alcachofa y diente de león. Para ello debes hervir en un cazo el equivalente a una taza de agua, y llevar a ebullición. Cuando el agua entre en ebullición añade una cucharadita de diente de león y otra de hojas de alcachofera. Deja hervir durante 3 minutos, para luego apagar el fuego, colar y dejar en reposo 3 minutos. Puedes beber 3 tazas de esta infusión al día. También puedes optar por la infusión de regaliz. En este caso la elaboración es idéntica a los pasos seguidos anteriormente, con la diferencia que deberás sustituir la alcachofera y el diente de león por una cucharadita de regaliz, y no beber más allá de 2 tazas al día, ya que puede actuar negativamente sobre la tensión arterial.

Cardo mariano, protector del hígado: Como ya hemos comentado en otros artículos, el cardo mariano es una de las plantas con beneficios medicinales más destacados para el cuidado y la protección del hígado. Contiene silimarina, la cual ayuda a regenerar y proteger las células del hígado. Si deseas disfrutar de sus cualidades puedes optar por cápsulas de cardo mariano o extracto líquido de cardo mariano, que encontrarás fácilmente en herbolarios.

Recomendaciones generales

Trate de mantenerse en su peso ideal.

Evite cambios bruscos de peso corporal.

Vigile los niveles de glucosa y triglicéridos.

Mantenga un programa de ejercicio diariamente, al menos durante 20 minutos.

Limite la ingesta de alcohol a una copa de vino por sesión.

Visite a su gastroenterólogo si le han detectado alteraciones en las pruebas de funcionamiento del hígado.

Páginas de referencia

http://hepatologia.org.mx/informacion-para-pacientes/padecimientos/17-esteatosis-hepatica-higado-graso

https://www.myliverexam.com/es/conocer/

https://www.natursan.net/higado-graso-sintomas-tratamiento/

© wikiHow.com

https://mejorconsalud.com/grasa-en-el-higado-que-sintomas-presenta/

https://www.buenasalud.net/2014/05/22/que-es-bueno-para-el-higado-graso.html


Entradas destacadas
Vuelve pronto
Una vez que se publiquen entradas, las verás aquí.
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
No hay etiquetas aún.
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
bottom of page